sábado, 30 de abril de 2011

"Cuentos de provincia": Continua: " LA ORDEÑA"

"Cuentos de provincia": Continua: " LA ORDEÑA": "Le dejó los dos terrenos, el de 'el plan' y el de 'dos ríos'. Hora que lo pienso yo tuve la culpa en mucho de las calaveradas que le hizo a..."

" LA ORDEÑA"

(CUENTOS COSTUMBRISTAS)
"LA ORDEÑA"
De: Alberto Trejo Juárez
Nota importante: favor de barrer el cursor sobre el texto para que aparezca ya que está en letra fantasma.Ni ejidatario era el cabrón del Aquilino, digo, no lo era, porque quien si lo era, fue don Eustacio. Ahí anduvo de barbero para que el difunto le dejara los derechos. Ya estaba muy enfermo el viejito y sin herederos, pues ¿ A quién se los dejaba? A él. No, si de que era abusado lo era. Fue y se le metió en su casa, y que .Don Eustacio  por aquí, don Eustacio por allá...

Continua: " LA ORDEÑA"

Le dejó los dos terrenos, el de "el plan" y el de "dos ríos". Hora que lo pienso yo tuve la culpa en mucho de  las calaveradas que le hizo a la gente del pueblo, y yo sin darme cuenta. Digo que yo, porque siempre al verlo tan jodido, que siempre andaba yo aconsejándole: Que haz esto, que, haz lo otro y él lo hacía pero agrandado, a su modo y estilo. Yo si lo pendejeaba mucho, al fin un iletrado como yo, pero creo que más, el solo estudió hasta el primer año y dejó la escuela según me ha platicado.
Un día, hace poco: "Aquilino ¿ya viste que están abriendo una sepa?" Le dije "¿Para qué Gastón?" " Cómo, para qué ¿Que no eres tu el comisariado ejidal?"  "Si, pero no lo he vido" Hágame el favor, decía: "vido" todavía como mis abuelos, que eran de la época de la revolución, o de más antes. Así estuvo la plática de esa vez: 
__ Vete "al plan" allí están los de PEMEX poniéndole ganas a la escarbada  ya, y tu por acá sin saberlo, ándale vete y pídeles una "indeminización"__ Le dije y aquél sin preguntar más salió como quién lleva un cuete en la cola. Después el mismo me lo platicó con todos los detalles cuando al otro día me lo encontré
__¿Qué pasó Aquilino, allá en "el plan"?
__ Nada, que tenías razón, mi buen Gastón. Ya fui y hablé con los ingenieros que andaban echándole ganas al dese ¿teodolito? y a la regla para hacer trazos en papel para hacer la zanja y pasar el tubo del gas. Les dije: Señores vengo a pararles la obra. Yo soy el comisariado ejidal del pueblo y ustedes no me han pedido permiso, ni a mí ni al pueblo, ni a nadie para pasar su tubo ¿Qué quieren pasar por aquí?
__ Vamos a pasar un gasoducto para surtirle el gas al club Malinali Tenepan que se está terminando de construir aquí arriba del cerro del "lingandani" ( el cerro del venado)
__ Si señor ingeniero, yo se donde está el club del golf y dónde el cerro del lingandani.
__ ¿Como le hacemos señor comisario ejidal?
__ Pues hasta que no nos arreglemos con la compañía va a poder continuar sus trabajos, menos no__ Y tuvieron que irse después de darme el nombre de su jefe en la refinería. Al otro día temprano que me levanto y que voy  a la refinería. Primero me pusieron muchas trabas , como siempre, que: ¿Para qué lo quiere? Que está ocupado. Y que le digo al fulano aquél que me estaba preguntando, el policía: " Vengo a avisarles que yo les paré la construcción de la zanja para el gasoducto al club de golf Malinali Tenepan" " Pásele, pásele" Luego, luego me abrieron la puerta de la oficina. El cabrón de su jefe se portó conmigo como sedita, que don Aquilino por aquí, que por allá " Ustedes van a tener su "indeminización" , todo el pueblo y los ejidatarios dueños de los terrenos afectados. También saldrá la suya aparte, esa será personal.
   Es cierto, nos repartió a los diez ejidatarios, una lanita, creo que fue como de a cuatro mil pesos por cabeza y todos conformes... pero yo no quedé conforme porque, con el pretexto de ir a ver mis terrenos de "El plan" y el de " Dos ríos" ya lo andaba yo "ispiando"eso porque ya le había yo caído en una tranza que nos hizo. Él mismo me dijo que por seguro y ayuda al campesino le dieron, años atrás, cuatrocientos mil pesos y él nos conformó , para variar, a los diez que éramos de pleito con cuatro mil trescientos pesos por cabeza. En el momento nunca hice las cuentas y nunca le reclamé que él y el Higinio, que en ese entonces era el tesorero del pueblo. Éste salió más cabrón que el otro, porque en platica nos dijo: "Que se los fue a gastar en unas vacaciones a Acapulco. Pero yo se que poco más de trescientos mil pesos se los repartieron entre los dos, y nosotros sin saberlo para entonces. Pero yo tuve la culpa porque aquella vez le dije:"Aquilino ¿ya cobraste la "indeminización" que nos deben dar por el seguro al campesino y la ayuda?" " No, Gastón ¿ qué dan algo por eso" " ¡Si! no seas pendejo, ve y tramítalo a Pachuca" Si, se fue y nos dio la sorpresa pocos días después reuniéndonos "Ahí les traigo un dinerito" Nos dijo y nos reunió ese día para darnos su miseria, bueno, es que no estábamos enterados de la cantidad que nos correspondía y lo demás se lo pecharon.
Cabrón, y yo poniéndoselas todas como "peladitas y en la boca" siempre, y luego pensé: Y yo ¿qué me gano? Por eso es que le monté guardia con lo de PEMEX y fui descubriendo cosas que a mí no me parecieron raras , solo que ya no me invitaba a pasar a su dizque bodega, allá en "dos ríos" en donde aprovechó la brecha que hicieron las máquinas para abrir la zanja del gasoducto, que al fin pasó por su terreno. Eso si, ya él y su familia ya andaban muy estrenados de ropa y también compró una camioneta nueva, sacada de la agencia, la azul. La otra, la viejita se la malvendió a don Isidro por ocho mil pesos. Lo que sí se me hizo muy extraño con el tiempo, fue, que siempre que iba por ahí de las seis o siete de la tarde, miraba yo un camión de redilas cargado con cilindros de gas. 
__ Oye aquilino ¿porqué viene el camión del gas tan tarde a tu ranchito? 
__ ¿A qué pasa el camión del gas? ¿No a repartir? Pues este viene a dejarme el gas.
__ Y ¿hasta acá? No, a mí no me haces pendejo, tú te traes algo como siempre.
__ ¿Qué he de traer Gastón? Tu siempre "miras moros con tranchetes"
__ Pues yo no se pero... a mi no me gusta nada de lo que te está pasando desde que te aconsejé que fueras a pedir la "indeminización"  por la pasada del gas por nuestras tierras
QUÉ va de aquél hombre, que era él: de pantalón de mazclilla, zapato choclo, chamarras vaqueras, camisa de popelina comprado todo en la plaza, ah, y su sombrero. Ya empezaba con el tiempo, y con el pretexto de ir a Tula, a Pachuca a arreglar asuntos, ya iba con unos saquitos, digo saquitos, porque él era chaparro, yo creo que como de la estatura de un chamaco de la secundaria, y ya usaba botines. Ya empezaba a ponerse más abusado para contestar. Quería apantallar a sus pendejos, ya hasta hablaba con la voz fingida, como si hablara dentro de un tubo. Algunas veces me lo encontré en Tula, a él y su familia, al pasar yo por afuera de un restaurante, allí los veía comiendo "Oye Aquilino, me pareció verte en Tula en el restaurante Oaxaqueño ¿ Eras tú?" "No, no era yo" me decía y de a luego me cambiaba la conversación.
ME acuerdo que se puso necio en que el tubo cruzara por su terreno, a fuerzas; por el mío no, esto allá en "Dos ríos" a mi no me importó, al fin que ya había trato desde un principio que cruzaría por mis tierras de "El plan" que está antes de llegar al río pequeño del agua de manantial y pasar después para el otro lado del río de las aguas negras del desagüe de México D.F. El les llevó los trazos, garabatos en una hoja de cuaderno  pero, con líneas directo a su terreno y aunque así era más vuelta para llegar al club de golf, logró que los ingenieros desviaran el rumbo del tubo, para que pasara por sus tierras  y ellos sin saberlo, solo les dijo: "Por aquí es por donde tiene que pasar su tubo. Eso es lo que les dice el comisariado ejidal" Cuando el cabrón ya no era comisariado hacía dos meses. No si de que lo era, lo era...
OTRA vez veníamos el y yo, en el pueblo, bajando de ir a caminar para hacer ejercicio para que no se me engarroten las rodillas, el me acompañaba porque sabía que siempre le estaba aconsejando cómo llevar bien el puesto en la mesa directiva; de pronto, ya veníamos bajando por la calle principal, se detuvo y volteó  a ver la calle que ya dejábamos, la barrió con la mirada desde allá atrás hasta donde íbamos "¿Qué te traes, cabrón?" le pregunté "Nada, es que estoy viendo que por cuadra pasan uno o dos postes de luz y de cablevisión. Y pensé: Qué tal si estos cabrones nos pagan por pasar sus postes en el terreno del ejido..." "No seas pendejo, les dices...y nos dejan sin luz y sin televisión de cable. No, tu te estás volviendo loco con el puesto, eres un pendejo" "Bueno, yo solo pensaba..." "Que solo pensaba ni que nada"
   UN día que me alcanzó el camión del gas, allá en la brecha que ya decía yo que habían dejado en la construcción de la pasada del tubo aquél del gasoducto "Oiga usted ¿le trae el gas hasta acá  a Aquilino?" Le pregunté al chofer "Si ¿usted quiere que le traiga su gas por acá?" Me contestó el cabrón aquél, que hoy ya se que no era cierto "No, pues yo ni casa tengo por acá, en esta parte del ejido" Le contesté" Bueno, cuando la tenga ahí nos avisa ¿eh? y se lo traemos" Dijo y se arrancó yéndose bamboleando con su sonadero de tanques llenos de gas por la brecha aquella.
LO QUE no me cupo siempre en la cabeza: ¿por qué hizo una bodega encima de donde pasaba el tubo del gas en su terreno? ¿ por qué no la construyó cerca de su casa que estaba al principio del mismo terreno, no a mitad de la parcela? Sería que quería que las matas del maíz, ya crecido, le taparan la bodega aquella, a la vista de los que pasaran ¿Qué escondería?
__ Oye Aquilino ¿por qué hiciste tu bodega tan lejos de tu casa? ¿ Qué, andas escondiendo algo, o no quieres que la vea la gente que pasa por el camino de la brecha? Cabrón tan pendejo.
__ No Gastón, no soy pendejo, lo que hice fue ocupar mi terreno en donde pasó el tubo del gas. Antes les pregunté  a los de PEMEX si podía construir una cabañita de varas con lodo y láminas de cartón encima. Me dijeron que si, solo que no prendiera lumbre por ahí encima del tubo. Y la hice, solo la ocupo para guardar mis aperos, yugos, reatas y herramientas, nada más Gastón.
__ ¡ Ah vaya! yo creí que tu no aprendías por más que te lo diga uno.
__ No, si aprendo, y te lo agradezco Gastón que me "ahigas" aconsejado en mis cosas__ "Ahigas"... Y ya no hablamos más del asunto. Ese día me fui pero, le seguí montando guardia con el pretexto: de ir a regar mi alfalfa, de ir a regar la otra del otro lado de "el plan" porque esa la de "dos ríos" está muy cerquita de su casa y de su bodega en pleno campo, y se las mascaría que lo andaba vigilando; él es el único que se vino a vivir hasta por acá. Claro que ya con la camioneta que se compró ya no tenía problemas para llegar a la hora que sea...
EL TUBO del gas había recorrido de dos a tres kilómetros, por debajo de tierra, todo " el plan " después de conectarse en el tubo principal que pasa al lado de la vía del ferrocarril, después, lo pasaron por abajo del río de las aguas negras, por el pequeño río del manantial, por todos los ejidos de "dos ríos", que es donde los dos tenemos terreno, después cruzó el río de agua limpia que inicia en la presa Requena, subió la pared de lajas que tiene el mismo río y siguió su camino. Ya arriba, en "la mesa" con rumbo al club de golf; que es una preciosidad de fraccionamiento, con su vista allá abajo se miraba a todo lo largo las aguas de la presa y su compuerta, que sus lanchas, sus cerros al rededor y sus fraccionamientos encima de ellos. Las casas del club de golf con jardín al rededor, sus calles están hechas de cemento hidráulico, su lago muy grande y su cisterna de agua potable, un tanquezote de color naranja como de veinticuatro metros de alto. Puro riquillo vive allí con sus carros muy lujosos y grandes.
HORITA DICEN, bueno, yo no se, están comentando que vinieron los bomberos de PEMEX, los de Tula y también las cruces de allá mismo y de la misma petrolera, también vino su cruz roja. El caso es que hoy por la tarde me dije: "Vete Gastón a echarle un ojito al Aquilino, porque hay algo que no te ha confidenciado. Algo trae chueco y tú no te las haz mascado". Y me vine caminando , yo no tengo camioneta, y ya tan viejo y cansado como me siento me vine al paso, tanto, que ora tardo como una hora o más en recorrer los cuatro kilómetros que hay desde la casa  en el pueblo hasta acá; ese trayecto yo lo recorría en menos de una media hora, ora ya no; por eso hay voy al paso, camino al pasito y me detengo para agarrar fuerzas, pero yo hoy tenía un brete de saber en qué andaba este cabrón. Y cuál va siendo mi sorpresa que cuando me faltaba como un kilómetro para llegar a "dos ríos"...
"EL TUBO del gas había recorrido de dos a tres kilómetros, por debajo de tierra, todo ' el plan' después de conectarse en el tubo principal ..."
QUE veo una bola de fuego como de unos cien metros de alto! Era de color amarillo canario; en el centro del hongo, de color blanco, y todo su alrededor, a la orilla de color naranja y ya muy arriba subía el color negro. Hasta allá donde venía yo me llegó el calor que tuve que ponerme el codo doblado enfrente de la cara para taparme el calor. Después del sonido de la explosión, desde lejos se miraban volando en el aire los tanques caseros de gas, se miraban como puros encendidos y volando, muchos, tal vez cien de ellos, y algunos explotando también en el aire. Ya no llegué hasta el lugar; como me imaginé lo que había pasado, me regresé lo más rápido que pude y fui  a avisar por teléfono a Tula: "Que vinieran porque se había volado el gasoducto de "dos ríos" Pocos minutos después hay venían las cruces y los bomberos. Cuando llegué, otra vez de regreso hasta acá, lo que vi de cerca no me dejaba ni hablar: había un hoyote como de quince metros de profundo y en una extensión como de cincuenta metros al rededor, vamos, en círculo. La bodega había desaparecido, la casa había quedado como en las películas de guerra, toda balaceada por los tanques del gas. El camión quedó como a veinticinco metros de donde estaban cargándolo en la bodega, todo quemado y dentro del hoyote ese, que además lo alumbraba las llamas como si fuera un gran quemador. La llama alimentada por el gas subía como a una altura de veinte metros, y muy fuerte, se oía que silbaba por la presión del gas, y un calor que se sentía a esa hora... qué serían, las ocho de la noche. También la camioneta azul quedó por allá votada como si fuera de hojalata, toda iservible. Yo sabía que había muerto toda la familia, él, los macheteros del camión, el chofer y creo, casi estoy seguro, si, que también el Sabino; él fue el que yo creo le abrió la toma del gas sacada del gasoducto, en dónde hora caigo en la cuenta: como el fue bombero del agua del pueblo, el Aquilino lo metió en el negocio de ordeñar el gasoducto para llenar los tanques caseros de gas. ¡Qué casualidad! que desde que lo vi por acá por las tierras del Aquilino ya estaba progresando con una prisa... que daba miedo imaginar en qué estaba metido, hoy me doy cuenta en qué estaban metidos todos. Yo no puedo hacer nada, ni me acerco del todo, pueden decir que yo estaba de  acuerdo con ellos en sus tranzas del gas. Hora si que " Ya ni llorar es bueno"  Ya me voy, ahí los dejo trabajando  a los bomberos y a la cruz roja, a mí qué me importa. ya no le puedo aconsejar que no sea pendejo. ¡Yo ya me voy! ¿Qué hago aquí?
__FIN__
Gracias por tenerme calma en las entregas: altrejua (Alberto Trejo Juárez)      


 







jueves, 21 de abril de 2011

"Ofrenda"

... ¡Papá Porfirio! ¿cómo es que no lo conocí? Si, no lo conocí porque papá Evodio dice que a usted apenas si lo recuerda como en un sueño...Y míre hoy. ¡Hasta cuando lo vine a ver!...
Mi papá Evodio ha dicho que a usted le gusta el pulquito, el mole rojo, el verde, los frijoles bayos y también el tequila;fue el que me trajo aquí. Por eso estoy aquí , con ustedes, con toda la familia que nomás conocía por pláticas, viendolods por primera vez el dos de noviembre. Dicen que ustedes vienen a comer con nosotros.
Si, papá Evodio y mamá Caritina pusieron la comida para ustedes...
Me acuerdo que todos los años, en esos días nos quedabamos sin mesa. Teníamos que omer sentados en el piso y aumentaba nuestra hambre. Primero porque mi papá Evodio siempre andaba en "el agua" y mi mamá Caritinasiempre andaba tronádose los dedos porque no tenía para darnos de tragar. mis hermanitos y yo teníamos que tragar nada más que unos tacos de sopa vieja o d efrijoles a veces ya apestosos .¡AH! porque ella , a mi mamá, también le gusta el trago, pero no tanto comoa mi papá. Por eso es que ella siempre nos daba de comer lo qu epodía . Unas veces , lo que ya le dije y otras veces taco de sal. Ya que a mi papa´ siempre lo corren de sus chambas que porque le gusta el trago.
Mi hermanito Centurión , ése día se agarraba su pancita y se la restregaba con sus manitas, mientras los dos viejos borrachos, mi papá y mi mamá  roncaban como un bendito. Yo agarré, y fui y saqué agua del cantaro que siempre llenamos del manantial que está allá abajo de este pueblo de San Ildefonso, que es donde hora vivimos...Y le di agua a mi hermanito para que se le pasara el hambre. ¿Usted ya sabe abuelito Porfirio que nosotros vivimos ora en este pueblo? y ¿Sabe qué? Aquí no tenemos agua si no vamos a acarrearla de allá abajo de la cañada, que pasa en la orilla del pueblo. Hay que traerla en burro o en burra, como "la paloma" con la que vamos a traer agua mi mamá y yo. Mi mamá siempre viene quejándose de que hace mucho calor; ahí se anda quitando el sudor con su pañuelo todo lleno de hoyos. Ya cuando llegamos a la casa se tira en el petate, que porque tae mucho dolor de cabeza, y luego me dice:
__"San Miguel saca con un jarro  agua de los cantaros que cuelgan de los suderos de "la paloma"y de a poquito pasa el agua en el cantaro de la esquina del cuarto, para que esté fresquecita. Ándale hijito, porque yo me siento hoy rete mal . Mira cómo estoy sudando ¡Ah! y no te olvides de traerme un jarrito de pulque , si es que ya lo trajo tu padre y si no, pues me conformaré con uno de agua, pero ya que esté fresca"
__ Si mami__ Le digo yo, y si lo hago. Primero voy por el agua de la descargada de "la paloma" que muy mancita no se mueve, hasta que siente que ya no tiene los cántaros y que ya le quité los suaderos, luego, luego agarra camino para tragar cañuelas secas. Porque mi papá siempre le tiene su tragazón a " la paloma"  y como siempre ella traga mucha agua allá abajo, en el río, hasta que queda como si estuviera cargada con otra cría, traga hasta quedar bien panzona. De ahí que de beber agua ella no se preocupa.
¿No le he platicado, verdad, que también el día que comí mucho de su comida vi a mamá Macaria? Ella vino también a comer. Se comió su mole, unas enchiladas que ella misma se hizo con salsa borracha que mamá Caritina molcajeteó para ella . Se tomó también una cervecita, de las victorias, que nomás le dejó la espuma, abajo y arriba de la botella, toda inflamada de aire, de lo picosa que estaba la salsa molcajeteada que le hizo mi mamá. Yo no la conocía hasta el día dos que vino. La carita de mamá Macaria ya no tenía el color prieto que todos tenemos en la familia, y se puso colorada, colorada de sus cachetes, pareciera que le iban a reventar. Sus cabellos todos embarrados, dijo que por los años de estar en donde está __eso dijo__ los tenía todos blancos, ya no negros como la noche. A mamá Macaria__Y ora que lo veo a usted__ se le ve su ropa como vieja y polvorienta,así como la de usted, como si hubiera caminado muchos dias para llegar de visita este día , y en el camino se le hubiera ensuciado.
¡Ah! pero no le he dicho que cuando mamá Macaria llegaba se acababa de ir mi hermanito Torcuato, al que también conocí hasta entonces, y que dicen que fue mi hermanito mas grande que yo. El venía muy blanquito de su ropa . Venía con su pantalón de manta  muy blanca, su camisa de manta también blanca, con su ceñidor enredado a la cintura. Yo lo miré como a esos angelitos con alas que se ven volando allá en lo alto de la cúpula de la iglesia. A mi hermanito solo le faltaban sus alitas para ser uno de ellos . El casi no me habló. Solo se dedicó a comer dulce de calabaza y, ¡Qué chistoso! el pulque y la tequila ni los olió. Antes de irse se echó unos tragos de agua de un jarro de agua que le pusieron mis papás a él. Me dijo que yo le caía bien , que sabía que éramos hermanos pero que él no me había conocido al irse del pueblo. Yo le dije que yo también sólo lo conocía por los cuentos que nos contaban de él. Así llegó se fue , rápido. No se si tenía afuera un burro esperándolo, o qué. El se fue como llega la luz del sol por la mañana: en un abrir y cerrar de ojos, así como también se fue al final del día,así se fue de rápido Torcuatito. Me cayó muy bien. Él se parece más a mi papá que a mi mamá...
Torcuatito, me cayó muy bien. él se parece más  a mi papá que a mi mamá. aunque le hace falta el bigote que mi papá tiene y que él mismo nos ha dicho que es tan ralo como el de su abuelo Cuauhtémoc, al que no conoció pero del que le platicó el abuelo de su papá, al que también se lo habían platicado  otros abuelos, a los que también , otros abuelos anteriores se los habían platicado. Que todo fue verdad pero que ya tenía tantos años sus pláticas que ya eran como un cuento. Que eso fue desde que los hombres andaban encuerados, solo cubriéndose sus partes de pena, el pájaro, abuelito, quezque para que no les diera vergüenza ¿Usted conoció a ese abuelo Cuauhtémoc?... Si, ya sé que primero está comer  que platicar, viene tan de retirado que ...¡Cómale abuelito! mientras yo le platico.
Por ahí andan por la casa o por el terreno el abuelo Augusto y mi abuela Catalina, siempre muy juntitos; dicenn que ellos se fueron del pueblo al valle de las sombras. El venía con su sombrero de tornillo y con el barbiquejo agarrado a la barbilla; que asi como era él cuando vivía en el pueblo, como si fuera  a galopar se atoraba el barbiquejo. Ella, con su delantal y sus enaguas anchas y con todos los colores en su cara, de ojos de agua miel . Él, moreno, ojos color de garambullo, sin barba y sin bigote, quezque era lampiño. Tampoco a ellos los conocí, sino hasta este dos de noviembre.
Siempre, abuelo, casi nos estábamos muriendo de hambre pero, nomás llegaba el día primero y dos, y ya tenían todo preparado para recibierlos a ustedes. Eso hacen ellos cada año.Esta vez compraron papel de  china y como casi nunca estaban en su juicio los dos, papá y mamá, se pusieron a recortar el papel. Mientras el hacía eso , mi mamá hcía el mole, la salsa borracha en el molcajete que fué de su mamá Catalina, hirvió los frijoles en la olla de barro. Mi papá fué por el tequila y por el pulque y por la cerveza y ¡ Mire qué milagro! no le dió ni una probadita. Estaba juicioso, según le dijo mi mamá .De paso compró pan de ése que tiene una chichita en medio y de allí salen como brazos y los pies de una cruz, toda llena de azucar con colores: rosas, guindas sobre el color canela del pan . Al mole le puso la gallina abada que se bañaba con el polvo en el corral, entre las matas de organillo y los nopales shorgos y roñosos...
Mi mamá le quería presumir a sus visitas su mantel de cuadrillé blanco con bordado de grecas de colores al rededor, que ella misma hizo. Lo puso sobre lamesa la noche del día último de octubre, y encima de él toda la comida y la beberecua para ustedes, las visitas. ésa noche las tripas m egruñían como nunca, que me levanto y a la luz d elas seis veladoras; que empiezo a comer por ahí d elas, yo creo que en la madrugada, me dije:
__¿Por qué a ellos, que no los veo, les ponen mucha comida, mientras mis hermanitos y yo nos moríamos de hambre? Eso no es justo__ Me dije.
Y que me levanto. Y que me doy mi banquete: El día primero solo probé el pulquito para pasar los tamales que me comí con pollo y chile verde, ahí dejé las hojas que guardaban los tamales, las hojas se miraban como turrones de víbora.
Cuando mi papá se iba al otro día  ala chamba dijo:
__ Oye vieja, hoy si vinieron los angelitos. Mira comieron tamales y unos traguitos de pulque, porque le bajaron al garrafón .
Yo m etapé la boca con la mano y m emetí abajo d elas cobijas  para que no viera que me estaba riendo de él. ¿cómo que " habían comido los angelitos"?
El día dos, ah, pues al otro día, del día primero, casi en la madrugada, me levanté con mucho dolor de cabeza, por el pulquitode la noche anterior, del día de los niños difuntitos. esta vez tenía mucha más hambre que el día anterior. Y pensé:
__ Siempre trabajamos todo el año paar llegar a ver el día que parece fiesta. Pues resulta que no era fiesta para nosotros sino para ustedes.
 Vi la ofrenda, mis ojos, antes de decidirme, pasaron por todos lo ssantos, las fotos de ustedes , l acomida; el mole rojo con la gallina abada, que estaba muy a gusto acostada enmedio d elo rojo del guisado, con las patas abiertas y sin cabeza. ¿Ustedes s ecomen todo entero o en oedacitos? ¿Por qué estaba entera la gallina? Vi el gararfón de pulque con el que la noche anterior me pasé el tamal. También s ele atravesó a mi vista el tequil ablanco y transparente, con un gusano nadando en él. Los frijoles bayos, estaban fríos y tobavía  parados, sin guisar. La salsa borracha d echile guajillo y pasilla. Vi lacala.
La salsa borracha de chile guajillo y pasilla. Vi la calabaza en dulce y arriba, alumbradas por las veladoras, las ventanitas de papél china de colores: amarillo, verde, violeta, rojo y azules colgadas de un mecatito de ixtle. Allí estaban las fotos de todos ustedes y como que se movían con las llamas que encerredas dentro de los vasos parecían llamarme.
...¿ Por qué, si todo el año nos jodemos trabajando para que éstos días a ellos, que ni me acuerdo bien de  ellos y a otros que ni conocí, les pongan el banquete, y nosotros muriéndonos, casi de hambre?... pensando esto y cortándole las piernas a la gallina, le arranqué una primero. Cuando me la terminé le arranqué la otra, y para pasarmela en el gañote abrí la botella de tequila, echándole los primeros tragos, que ni me gustó, pero después de esos primeros tragos con el mole me sentí más a gusto, y le seguí bajando  al tequila. Alegre como si fuera día de fiesta empecé a sentir adentro d emi cabeza que los pensamientos se me subíeran a los caballitos de la feria, y dieran vueltas y más vueltas. Me dió mucha alegría, pero calladito, y como si hubiera subido a todos lo sjuegos de la feria, me sentía mejor que eso. Ya despues no supe más, ni vi más, no me acuerdo qué hice...
Hoy he estado oyendo que llevo tres días dormido por la tragazón que hice. ¿Que medió, qué ? ¿Congestión ?No sé. Ora lo que no quiero es despertar . Porque nomás pienso en la chinga que me van a dar si se me ocurre despertar.
¡ Papá Porfirio no se vaya, defiéndame de la chinga que me van a dar! ¡NO se vaya! ¡Por Diosito no se  vaya!...
ES TODO, ojalá y les haya dejado buenos instantes de lectura. Yo seguiré enviando a blogger nuevos cuentos.
Gracias por leerme:altrejua.   

lunes, 4 de abril de 2011

Continua "Treinta-treinta" 4_IV_2011 10.30 am.

TENGO que confesarle que esto no cambiaba nuestros planes, porque de allí nos fuimos con rumbo a nuestros terrenos, aléjandonos del canal hasta cruzar la carretera de los traileres del cemento, todo el rato habíamos ido callados. Lo único que yo había hecho era quitarle la ropa mojada a mi escuincle, y ponerle mi chamarra para que no se fuera a enfermar; seguimos caminando, y como a la altura del cerrito que va para La Tolteca; por el lado de la via, allí comenzamos a hablar:
__¡No te apures! La próxima va a ser quemarles toda su cosecha, cuando ya esté seca la planta, para que no rescate nada.
__ Pero ya ni la jodes Macrino, si ora no mataste a mi hijo, para la otra me matas a mí; y eso no son los planes__ Yo me había descargado la retrocarga cuando le puse la chamarra a mi escuincle. Y ora ya la llevaba en la mano izquierda, con el canón apuntando a la tierra. Y el treinta_treinta , suyo, lo llevaba al hombro.
__ Bueno, tu ¿estás conmigo o ya te estás rajando?__ Me dijo muy enojado mi hermano. Que iba del lado izquierdo mío, y se echó a caminar rápido adelante de nosotros. Hagan de cuenta que le entró la prisa. Yo creo por lo encorajinado que iba. Yo ya le iba a contestar:"Que seguía con él..." Cuando... todo al rededor se alumbró, y el cielo se encendió con mil colores que venían desde arriba, y un sonido como de mil platillos de bronce de una banda de música, junto con el de mil trombones, con todo y mil tamboras, sonaron dentro y fuera de mi cabeza; se oyó al mismo tiempo un zumbido y el día desapareció. Después, ya no había ningún ruido, ninguna luz, todo oscuro: solo quedaba un zumbido como de chuparosa agrandado a miles de veces.
Cuando pude moverme estaba por allá tirado. Pensé en mi hijo, que luego encontré como a unos seis metros lejos de donde yo desperté, luego...__ Sus ojos dejaron escapar el último rosario de lágrimas, y siguió:__
__ Cuando la claridad del día volvió busqué a mi hermano, el había quedado allí, en donde hasta donde recuerdo, dijimos lo último y que él, mi hermano, se adelantó,allí estaba derrumbado en el pasto y matas de  maíz quemados, completamente desnudo, su ropa toda quemada; algunos cachos de su pantalón todavía encendidos y echando humo. Como si hubiera aparecido el mismo pinche infierno, lo único que no lo había soltado , era el treinta_treinta que estaba como soldado a su espalda; había desaparecido junto con su espalda, por último vi su cara.hecha un carbón, con la boca abierta como queriendo gritar todavía. Le quité mi chamarra a mi hijo, le puse la de él que ya se había secado con el calor que se sintió, y con la mía le envolví la cabeza a mi hermano, para que no se le viera aquella mueca, y me traje cargando lo que quedaba de él, hasta que me encontré a unos paisanos que me ayudaron con él. Fue cuando nos dimos cuenta que mi hijo y yo estábamos todos tiznados, con tizne reseco, sacado del mismo infierno. Ya a mi hermano le había llegado la venganza de arriba... Ustedes han de perdonar__ Dijo; y aquél hombre dió la vuelta para salir después de su cuñada, y desapareció en el umbral de la puerta; en lo oscuro de la puerta desapareció, dejando cuatro huellas de guarache con tierra ya seca y tizne de su entrada, y tres de su salida: Huellas de su presencia en nuestra casa.

__FIN__
Gracias por tenerme pasiencia en las entregas de BLOGS de este cuento, y gracias por volver a leerme:
alberto trejo juárez   

sábado, 2 de abril de 2011

Continua:Cuentos de provincia " El treinta_treinta" 2_IV_2011 20.30 hs.

Con sus ideas, me empezó a embaucar." Quezque usted nos compraba nuestras tierras, para con el tiempo quedarse con todo el valle, ¡imáginese! y quezque ser el dueño de todo le pueblo, quezque como sus hijos son todos hombres, al rato harían de las suyas con nuestras hijas, y no se qué fregaderas más me decía" También me decía que eso de la ayuda era nada más para hacernos entrar en confianza y que después vendría lo bueno, cuando usted se decidiera a quitarnos nuestras tierras.
__ No, "prieto" estás en un error, yo los ayudo porque yo también fui pobre, y más que ustedes; yo llegué aquí sin nada, tu ya lo sabes, y a fuerza de trabajo he llegado a juntar lo que hoy tenemos. Lo de las tierras que me venden, es porque ya decidieron, eso, como ultimaa salida de sus problemas. Pero yo siempre les ayudo a que se queden aquí, en su tierra, a sembrarla, y no irse por ahí a andar penando en otros lugares que ni conocen, que ni saben qué suerte tendrán. Prueba de esto, es que a tu hermano; tu ya lo sabes, le presté dinero sin ningún interés, porque nunca lo hago y confio en su palabra, no les hago firmar nada; para que se levantara y no me vendiera sus tierras . Y ya lo ves, del año pasado a acá se ha levantado, porque este año va a levantar dos cosechas ¿No es cierto? así que quítense esas ideas de la cabeza.
__ Si, don Javier, yo si, pero mi hermano ya no...__ Volvió a llorar y a limpiarse la nariz y las lágrimas con la manga de la chamarra__ Pues ahí le va lo que usted quiere saber. Nos habíamos puesto de a cuerdo para que entre los dos, y otras gentes que jalaran con nosotros, después de hacerles la vida cansada a usted y a sus hijos.¡Hay estuvo la fregadera! ¡Dios santo! Porque lo primero que habíamos urdido era herir a su Luis, hora que supimos que iba a regar  y que iría solo hasta la compuerta. Pero como el muchacho se sabe defender, pues no creo que se hubiera salvado de morir. Obra de Dios que le tocó salvar a mi hijo que se cayó al canal por estar jugando en el puente que va para Dorantes, eso hizo que se me olvidara el asunto ¡ Y te agradezco que "ahigas" salvado a mi escuincle. Luis! __ Me dijo, y siguió__ Por un momento se me olvidó el dizque coraje, que se me había hecho, y que me desquito con mi hermano, porque cuando le disparó a su hijo Luis, por poco y mata al mío.
NOTA:continuará en la próxima entrega.
Gracias por seguir leyendome nuevamente: alberto trejo juárez